Sirio es el nombre del mayor ejercicio que lleva a cabo el Ejército del Aire anualmente, y donde se ponen a prueba todos sus medios y capacidades. La edición del año 2022 se ha celebrado en las Islas Canarias, y su cede principal a estado en la Base Aérea de Gando, donde han estado desplegadas la mayoría de las unidades.
Sirio 2022 ha contado con la participación de 2000 miembros del Ejército del Aire, pertenecientes a 21 unidades diferentes y con más de 30 aeronaves. Las aeronaves participantes incluyeron cazas EF-18M Hornet de las Alas 12 y 15, cazas Eurofighter de las Ala 11 y 14, cazas EF-18A+ Hornet del Ala 46, aviones de transporte C-295 del Ala 35 y A400M del Ala 31, así como helicópteros NH90 “Lobo” del Ala 48. Sin embargo Sirio no es únicamente sobre aeronaves y misiones de vuelo, Sirio es sobre demostrar la capacidad expedicionaria, montando un “aeródromo avanzado” dentro de la propia base de Gando, es sobre logística, redes y comunicaciones, mando y control, seguridad física y cibernética, es sobre operaciones especiales y un largo etc.
Como describió una de las personas participantes, Sirio es un ejercicio con múltiples ejercicios y evaluaciones en su interior. En esta edición del Sirio se incluyó por ejemplo, la evaluación de las unidades que a partir del año que viene pasarán a estar disponibles para las unidades de reacción rápida de la OTAN.
Coincidiendo con las maniobras Sirio (y formando parte de ellas), en el aeródromo militar de Lanzarote tuvo lugar el curso EART de la OTAN, un curso para personal de aviones cisterna en el que participaron un Airbus A330 de la Fuerza Aérea Francesa, un KC-767 de la Fuerza Aérea Italiana y un Airbus A310 Polaris de la Fuerza Aérea Canadiense. Estos aviones proporcionaron apoyo de reabastecimiento en vuelo en las misiones de los cazas.
El Ejército del Aire nos permitió volar en una de las misiones dentro de un avión de transporte A400M. La misión según nos explicó el comandante de la aeronave consistía en llevar equipos de protección NBQ (nuclear, bilógicos, químicos) a un país amigo que estaba siendo amenazado por otro militarmente muy superior. Para llevar a cabo la misión tendríamos que volar bajo y cazas de la fuerza azul nos estarían protegiendo. En caza de que algún caza del vado enemigo (rojo) lograra cruzar la barrera que proporcionarían nuestros cazas, podríamos vernos obligados a llevar a cabo maniobras evasivas. El vuelo fue táctico, desde el despegue, con “trepada, parón y viraje”, para mantener una ruta de vuelo a no mucha altura sobre el mar. Tras una hora de vuelo y cuando parecía que la misión iba a concluir sin incidentes, el A400M empezó a girar y a hacer maniobras bruscas durante varios minutos. El comandante nos por la megafonía del avión, que nos habían disparado un misil pero que habíamos conseguido esquivarlo. No paso mucho tiempo antes de que el avión volviera a maniobrar de forma brusca arriba y abajo, a un lado y a otro. Una vez concluida la misión el comandante nos informó que habíamos sobrevivido, pero que la misión había fallado, supongo que el “bando rojo” evito que pudiéramos llevar la carga al lugar planeado.
En resumen, el Ejercicio Sirio es fundamental para mantener la capacidades operativas del Ejército del Aire y del Espacio, integrando todo tipo de misiones y de participantes para garantizar que ante cualquier situación, el material, el personal y las estructural de mando y control estén preparados para cumplir su misión.
Fotos: ALA 46