Este artículo fue publicado en el número de 16 de junio 2009 de la revista Aerowings.
En un combate aéreo, sobre todo en un combate aéreo cerrado, es el piloto en muchas ocasiones, por encima de la plataforma que esté volando, el factor determinante en el resultado. De manera que un sistema de armas inferior, a los mandos de un piloto mejor entrenado/preparado, puede prevalecer contra otro piloto menos preparado, aunque este vuele una plataforma superior. Téngase en cuenta sin
embargo, que conforme mayor sea la diferencia entre plataformas, mayor tendrá que ser la diferencia entre los pilotos que las vuelan, para que el sistema de armas inferior tenga alguna posibilidad de éxito. Esta realidad, que se ha demostrado a lo largo de los años, ha hecho que los pilotos occidentales, en concreto los pilotos de la OTAN, lleven a cabo complejos programas de simulación de combate, que les
ayuden a mantener unos niveles de entrenamiento y preparación altos, a nivel individual, de unidad y de
interoperatividad con el resto de los aviones aliados.
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